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Historia, leyendas y un mágico espectáculo natural en Amecameca, Estado de México.

Amecameca de Juárez es la cabecera municipal del municipio de Amecameca, en el estado de México. La palabra Amecameca, que originalmente fue Amaquemecan, proviene del idioma náhuatl. Sus raíces son los vocablos amatl, que quiere decir papel; queme, que significa señalar o indicar, y can, que se traduce como lugar. Por lo tanto, Amaquemecan significa "el lugar donde los papeles señalan o indican".


Es un pueblo pintoresco mexiquense que tiene la categoría oficial de Pueblo con Encanto, está ubicado en la Ruta de Los Volcanes, y su economía se basa en la agricultura y el turismo.


Este es un municipio con mucha historia y rica gastronomía.


Aquí encontraremos dulces típicos, como garapiñadas, cocadas, borrachitos y tamarindos.

También se manejan ingredientes muy tradicionales de la cocina mexicana, como los quelites y los huitlacoches. Estos se consumen de muchas maneras, y se combinan con sopas, tacos, quesadillas, moles y guisados. En ocasiones son el componente principal o pueden ser el condimento que proporciona diferentes sabores, texturas y aromas.


En el mercado municipal, que está en el centro, encontraremos los típicos locales de antojitos, pancita, los dulces tradicionales y los productos lácteos, así como un producto muy especial: la nuez de Castilla. De hecho a mediados de agosto, año con año se realiza la Feria de la Nuez, que es ya una gran tradición de esta localidad mexiquense y tienen exposición de alimentos y productos derivados de ese fruto, destacando el pan, los helados, platillos como los chiles en nogada, pasteles y hasta licores.


Por supuesto que no podemos dejar de lado la exposición agrícola y ganadera, en la que se dan cita los expositores más importantes de la región, con lo mejor de sus productos y ejemplares.

En el marco de esta fiesta también hay un interesante programa de actividades culturales y eventos deportivos de enorme convocatoria entre los visitantes.


Todo esto se realiza alrededor de la plaza principal, conocida como la plaza de los Leones de Hierro, o Parque de los Leones, pues se encuentran en las esquinas cuatro esculturas metálicas que representan el dominio sobre los cuatro elementos: león sobre caimán (agua), león sobre serpiente (fuego), leona de pie con nopal (aire) y leona sobre liebre (tierra). Fueron adquiridos por el arquitecto Antonio Rivas Mercado a fines del siglo XIX para adornar en Chapingo, la hacienda del entonces presidente de México Manuel González.



La historia cuenta que en 1915, el general zapatista Amador Salazar atacó la hacienda de Chapingo y se apoderó de las fieras metálicas para llevarlas a Morelos como parte de su botín. Después del enfrentamiento en Chapingo, dirigió sus tropas a Coatlinchán, donde descansaron y al día siguiente emprendieron la marcha a Amecameca. Sin embargo, fuerzas carrancistas organizaron un contraataque y en Coatlinchán, en lo que se conoce como la Cruz de Misión, se dio el primer enfrentamiento contra los zapatistas que aún permanecían en el pueblo. La defensa fue insuficiente y los zapatistas fueron replegados y vencidos en el centro del pueblo, frente a la iglesia. Algunos de ellos fueron capturados y colgados en un árbol de olivo que se encontraba en ese lugar y cuyo tronco aun se conserva en la plaza de esta comunidad.

Los carrancistas continuaron la persecución hasta Amecameca donde las esculturas fueron abandonadas y dejadas como tributo a la ciudad, donde hasta el día de hoy vigilan el parque central.


También se dice que los leones no fueron robados por los zapatistas, si no que alrededor de 1930 fue la propia Universidad de Chapingo la que donó las esculturas a Amecameca. Esta donación se realizó por órdenes del presidente Miguel Alemán, quien decretó que las plazas principales de todos los estados de la República debían estar decoradas con este tipo de obras de arte.


Hacia el sur de la plaza principal, por dónde pasa la carretera a Cuautla, Morelos, encontraremos el Arco de San Sebastián de Aparicio, que data de la época colonial y que en aquel tiempo simbolizaba la entrada y salida de una Villa; también era un humilladero, en donde los viajeros oraban. El arco de cantera blanca construido en 1781, fue declarado en 1951 monumento nacional.


Alrededor de la plaza encontraremos locales con cafeterías, bares, restaurantes, y un sin fin de puestos de artesanías, comida y antojitos. Por cierto, no puedes perderte el probar los rapados.


Los puestos se extienden hasta la entrada de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción,

construida por los Dominicos entre los años 1554 y 1562, y que es considerada Patrimonio de la Nación, tanto por su antigüedad como por su arquitectura Manierista con cantera color rosa.

Las festividades en honor a la virgen, que incluyen una gran feria, música y danzas, se celebran el día 15 de agosto.


Otra de las fiestas importantes de la región es la tradicional celebración del Miércoles de Ceniza, y en Amecameca se celebra al Señor de Sacromonte, una escultura de un cristo negro hecho de pasta de caña de maíz que data del año 1527, y que reposa dentro de la urna del altar mayor de la iglesia, cuyo santuario está ubicado en la falda de uno de los cerros más representativos e importantes de la ciudad, el cual es un axis mundi desde el cual se pueden ver los dos hermosos volcanes, Popocatépetl e Iztaccíhuatl. Este santuario fue construido sobre ruinas piramidales prehispánicas, específicamente, donde se encontraba un teocalli y un adoratorio dedicado a Tezcatlipoca.


Cada año, la escultura es sacada de su nicho, paseada por toda la ciudad y depositada en la iglesia principal de Amecameca, en donde permanecerá toda la Cuaresma. Este evento da pie a toda una serie de danzas, incluyendo la tradicional “Azteca-Chichimeca” que se remonta a la época de la conquista y también la colorida danza de los Chinelos.



¿Sabían que la primer fabrica que elaboró cerveza en México se estableció en Amecameca?

En una pequeña crónica de wiki México señalaban que "a los indios no les gustó su sabor, preferían el pulque". Aquella primera pequeña fábrica del español Alfonso Herrera llamada "El Portal" la cuál se encontraba entre Amecameca y el Paso de Cortés, aprovechaba las cristalinas aguas producidas por el deshielo de los volcanes. Todo esto por el año 1542 cuando el monarca Carlos V autorizo que se elaborara la cerveza en la Nueva España. Traían a maestros cerveceros europeos para poder hacerla, pero esta primer cervecería permaneció alrededor de 4 o 5 años, pues no tenían las condiciones para subsistir.

De todo esto se habla en un libro llamado "Apuntes para la historia de la cerveza en México" escrito por la investigadora del INAH y del CONACULTA María del Carmen Reyna.


Y bueno, si de leyendas se trata, Amecameca cuenta con muchas. Una muy destacada es sobre el gran paisaje de esta localidad: los volcanes Izta y Popo.



Cuenta la leyenda que estas dos montañas representan a una doncella y un joven guerrero Tlaxcaltecas. Iztaccíhuatl, era la princesa Tlaxcalteca más bella jamás vista, quien depositó su amor en el joven Popocatépetl, uno de los más apuestos y bravos guerreros de su pueblo.

Dicen que antes de partir a la guerra en la que Tlaxcaltecas se encontraban inmersos contra sus enemigos acérrimos, los aztecas, Popocatépetl pidió al cacique de su pueblo la mano de la princesa Iztaccíhuatl. Este se la concedió a condición de que volviera sano y salvo de la guerra para desposarla. Así, el guerrero partió a la batalla, mientras que la princesa esperaba el retorno de su amor. Sin embargo la lengua viperina de un celoso rival de Popocatépetl, engaño a la princesa informándole de que su amado había muerto en combate. Arrastrada por el desconsuelo y el quebranto murió de tristeza.

Poco tiempo después, Popocatépetl regreso victorioso dispuesto a tomar matrimonio con Iztaccíhuatl, sin embargo a su llegada recibió la noticia de su fallecimiento. Durante varios días y noches, cuentan que el joven vagó por las calles hasta encontrar la manera de honrar el gran amor que ambos se profesaban, y fue así que ordenó erigir una gran tumba bajo el Sol amontonando 10 cerros para levantar una enorme montaña.

Una vez construida, tomó el cuerpo inerte de su princesa, y recostándola sobre la cima de la montaña, la besó por última vez para después, antorcha humeante en mano, arrodillarse a velar su sueño eternamente. Desde entonces permanecen juntos. Uno frente a otro. Con el tiempo la nieve cubrió sus cuerpos que se convertirían en dos enormes volcanes y que permanecerán inmutables hasta el final de los tiempos.



Es por ello que, cuando el guerrero Popocatépetl se acuerda de su amada Iztaccíhuatl, su corazón, que guarda el fuego de la pasión eterna, tiembla, y su antorcha vuelve a incendiarse. Es por ello que, aún hoy en día, el volcán Popocatépetl continúa arrojando fumarolas de humo.


Otra famosa leyenda es la del Cuahutepochtle, quien se cree es cuidador del bosque.


Un sitio imperdible en la estancia en Amecameca es la Hacienda Panoaya.


Es un excelente destino para pasar un día en familia, pues el lugar tiene amplias áreas verdes donde se puede hacer picnic, y con el boleto de entrada se tiene derecho a realizar diferentes actividades que combinan diversión con la naturaleza, como pasear a caballo, lanzarse en tirolesa sobre el lago artificial, pasear en lancha y hasta convivir y alimentar a los venados, cabras, borregos y emúes en el “Parque de venados acariciables”.




Cuentan además con servicio de renta de bicicletas para recorrer el lugar por su ciclo pista, inclusive hay unas montañitas que representan los volcanes, dónde nos podemos aventar en su resbaladilla.

También hay un área de trampolines, pero estos son solo para niños.

Por contingencia no está en servicio pero también cuentan con alberca olímpica techada y un área de fiesta de espuma.


Otro gran atractivo es un laberinto de 2,000 metros de camino entre setos que nos hará sentir dentro de un cuento antiguo. Algo así como Alicia en el país de las Maravillas.



Y por si fuera poco detrás de sus puertas se encuentra el museo “Sor Juana Inés de la Cruz”.

El casco de la Hacienda es una construcción original del siglo XVII, que era arrendada por el abuelo de Sor Juana, y es en donde ella vivió parte de su niñez. Durante el recorrido guiado incluido conoceremos parte de la historia de Sor Juana y su contribución a la humanidad. Además, desde el patio central se puede observar la imagen plasmada en el antiguo billete de $200.



Ahora con la contingencia hay pocos horarios para estos recorridos, por lo que recomendamos que al llegar, se pase directamente a preguntar y registrarse, ya que en fines de semana es muy concurrido. Podremos visitar también el museo Internacional de los Volcanes, para comprender mejor el fenómeno geológico de estos.


Existe aquí en la hacienda un restaurante llamado "el Castillo de los Venados" que ofrece buffet de desayuno o comida. No es de lo más económico, pero según las reseñas es muy bueno.


Una actividad más en este municipio es practicar diversos deportes. Su privilegiada naturaleza permite realizar hiking, trekking y diferentes deportes extremos.


En nuestro tour visitaremos un gran sitio: el Bosque Esmeralda.


Fue fundado en enero del 2012 como parque ecoturístico.

Este lugar es parte de la Reserva de la Biosfera los Volcanes, decretada así por la UNESCO en el 2010, y está en la zona de influencia del Parque Nacional Izta-Popo Zoquiapan, que se considera como una de las áreas protegidas más antiguas de México, nombrada así en 1935 por el General Lázaro Cárdenas del Río, Presidente de México.

Posee un paisaje volcánico de gran belleza y valor turístico en donde de admira El Popocatépetl y la Iztaccíhuatl segunda y tercera cumbres más altas del país, son los iconos por excelencia del paisaje natural mexicano.




El bosque esmeralda se puede visitar de un día, o bien, quedarse a acampar, o en una de sus cabañas en renta, para así recorrer los senderos interpretativos hasta llegar al mirador donde se observa el valle de Amecameca, la flora y fauna característica de la región de los volcanes, el campo de plantación de árboles de navidad; también pagar por diferentes actividades como renta de caballo, bicicletas, palapas para armar la carnita asada, tirolesas, puentes colgantes, paredes de escalada, tiro con arco, etcétera etcétera.



Y lo que simplemente no podemos perdernos es su recorrido guiado en búsqueda del espectáculo natural que nos regala el avistamiento de luciérnagas.



Durante este recorrido nos internaremos en el bosque mediante una caminata nocturna, para así, en la oscuridad, ser espectadores de un apareamiento con desenlace trágico.


Para conocer más sobre la temporada de avistamiento, la especie de luciérnaga que habita este bosque, y datos interesantes sobre los trabajos que realiza el Bosque Esmeralda para su conservación, visita su blog: https://bosqueesmeralda.com.mx/luciernagas.php#ventana-anuncio


Como verás, Amecameca, en el Estado de México, es un poblado alegre y a la vez majestuoso, debido a la cercanía que guarda con los dos legendarios volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl; además, un lugar muy interesante y atrayente para paseo por sus bellezas naturales, su importancia como paso para los viajeros, sus múltiples comercios y, por supuesto, sus fiestas.


Conoce Amecameca con nosotros. Somos #postalmexicana.

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