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Huasteca Potosina: maravillosa por naturaleza

Todos los mexicanos conocemos lo que ofrece la Huasteca Potosina, ya sea porque lo hemos vivido, o porque lo queremos vivir. Sea cual sea tu caso, sé que estarás de acuerdo en que la belleza es inigualable y que explorar estos destinos mágicos te dejarán maravillado por naturaleza, literal.



Algo que cabe recalcar, y que también es bien sabido, es que nosotros mismos nos estamos encargando de deteriorar la naturaleza misma de nuestro entorno; que la última pandemia ha cambiado la manera de relacionarnos, y por supuesto, de cómo vivimos el turismo.

Así que como lo hemos venido haciendo, nos adaptaremos, nos cuidaremos, pero sobre todo disfrutaremos de nuestra riqueza natural, cultural y arquitectónica.


Los días no son suficientes para visitar la larga lista de destinos que encontramos en la Huasteca Potosina, pero en nuestro tour con #PostalMexicana conoceremos algunos de los imperdibles.


Antes de pasar a ellos, te compartimos los consejos para que te prepares y puedas aprovechar al máximo tu visita:

  • Son imprescindibles los productos como zapatos acuáticos, funda protectora para celular o cámara acuática, repelente de insectos y protector solar biodegradable. Si no los llevas contigo no te preocupes, pues al ser destinos muy visitados, encuentras lo necesario en muchos lugares ya en SLP. Los lentes de sol, gorras y sombremos también ayudan mucho, pero sobran cuando tu día tendrá tantas actividades acuáticas, así que en esos casos evita cargarlos o extraviarlos.

  • Lleva el traje de baño puesto debajo de tu ropa regular, así evitarás la necesidad de encontrar un sitio para cambiarte. Tu ropa exterior que sea cómoda, fresca y fácil de usar, por ejemplo jumper o vestido en las mujeres, y bermudas y playera en los hombres.

  • Lleva contigo una mochila impermeable, la todo terreno y que no te preocupe mojar o ensuciar, y de ser posible compártela con tus acompañantes; así se pueden turnar a cargarla o cuidarla. En ella lleva lo necesario para tus gastos personales, una toalla (de preferencia las que se secan rapidísimo y no ocupan mucho espacio), gel antibacterial, etc.

  • No es indispensable saber nadar, pues ya es obligatorio usar chaleco salvavidas en todos los destinos. Aunque sepas nadar, debes saber que es Protección Civil quien implementa las reglas y que lo que te pueda llegar a suceder es únicamente tu responsabilidad.

  • Viaja ligero, con ropa fresca para los días y con una chamarrita por si te tocara una lluvia o noche fría como las que de repente se suscitan en SLP.

  • Prueba la comida típica y local, adquiere artesanías y déjate aconsejar por los amables lugareños. Apoyemos la economía de la región.

  • Lleva otra pequeña bolsa/mochila con cambio ligero de ropa extra (por si llegara a ser necesario) y toalla, para que puedas estar seco en los traslados al cambiar de destino. También lleva ahí bebidas y snacks, ya que al ser destinos lejanos entre sí, y de mucha actividad, podrás aprovechar los trayectos para hidratarte y descansar.

  • La señal telefónica no llega a ciertos lugares de la región, para que lo tomes en cuenta. Incluso es aconsejable mantener tu dispositivo en modo avión para evitar consumir rápido su batería, y ponerlos nuevamente en red cuando te encuentres en un sitio con mejor conexión. Aunque poco a poco son ya más los sitios en los que puedes rentar tiempo de conexión Wifi, por si requieres de comunicación de emergencia.

  • Evita visitar la Huasteca Potosina en temporada regular de lluvias, pues los niveles y corrientes llegan a tal grado que no puedes disfrutar de sus aguas y las actividades en ellas, y solo puedes acceder a los destinos para observación de los sitios. Además, el agua puede estar “revolcada” y no contemplarás los colores turquesa característicos de estos ríos. Mejor, visita entre los meses de noviembre a junio.

  • Siempre recalcar el nunca olvidar el cuidado y respeto a la flora y fauna de cada lugar.


Nuestro tour consta de tres días, con un itinerario que se divide así:


  • Día 1. Cascadas de Tamasopo y Puente de Dios.

Viajaremos desde Guadalajara por la madrugada, para llegar tempranito a nuestro primer destino: Las Cascadas de Tamasopo.


Dentro del terreno encuentras restaurantes, cafetería, tienda de artesanías y baños. También el servicio de renta de chalecos salvavidas, que se han vuelto obligatorios para todos los destinos. Aquí debes dejar una INE o licencia de conducir, de lo contrario, dejar un monto de depósito que se te devolverá al entregar los chalecos.


Es cautivante el color y lo cristalino del agua que cae por las 3 principales cascadas, que seguramente has visto en muchas fotos, y que corre por ríos que se alargan por el sitio, que cuentan con diferentes profundidades, permitiendo que los peques puedan darse un chapuzón, y los más aventureros, se lancen clavados desde las plataformas y también de las sogas que cuelgan de árboles. Incluso se han adaptado pequeños puentes colgantes.



Continuamos con Puente de Dios, que está a escasos 15 minutos de distancia.

A las afueras del sitio encuentras venta de alimentos y bebidas, artesanías, chalecos salvavidas para la renta, etc.

Atravesarás las vías del tren para llegar a la entrada. Después, deberás bajar por varias escaleras para encontrarte con la poza principal, llamada Poza Azul. Es hermosa; es como un cenote abierto.


Aquí verás varias sogas instaladas como apoyo para cruzar por las aguas, ya que la corriente es algo fuerte. Pero no te preocupes, tu chaleco salvavidas se encargará de evitar problemas.

Puedes trepar las diferentes formaciones rocosas para hacer saltos de alturas. Las hay hasta de 6 metros.


También hay guías locales que ofrecen recorridos por los alrededores, entre rocas, cascadas y el ríos. Muy recomendable.


Por cierto, aquí hay unos “lockers” donde puedes dejar tus pertenencias, aunque no cuentan con puerta, sino que una persona está encargada de cuidarlas.


Junto a la Poza Azul está el famoso Puente de Dios, nombrado así pues, solamente la divinidad podría hacer tal maravilla.

Debajo del “puente”, la formación cavernosa es espectacular, además, con la entrada de la luz del sol por entre las rocas, hacen que el agua cristalina tome una tonalidad azul cielo, tal cual una alberca iluminada artificialmente. La claridad del agua y la iluminación te permitirá ver incluso algunos pececillos. Puente de Dios se convertirá en uno de tus lugares favoritos.



  • Día 2. Xilitla, pueblo mágico; Jardín Escultórico Edward James, y Sótano de las Golondrinas.

Llegaremos temprano para desayunar al pueblo mágico de Xilitla, pueblo cafetalero de arraigadas tradiciones ancestrales de los nativos nahuas y teenek, quienes conviven en armonía con la naturaleza y la modernidad. Está enclavado en la Sierra Madre Oriental en una de las partes más altas de la zona de la Huasteca. La palabra Xilitla proviene del náhuatl y significa “Lugar de Caracoles”. Los domingos hay un tianguis en donde se puede adquirir toda clase de artesanías y alimentos. Es un lugar ideal para probar el platillo típico: los zacahuiles, tamales de hasta dos metros de largo, que se puede saborear con atole o un rico café. También en domingo se lleva a cabo la Huapangueada en el Jardín Miguel Hidalgo, donde los pobladores participan en el tablado portando máscaras de carnaval y bailando al ritmo de los tríos.


Entre los sitios destacados están el Ex Convento de San Agustín, edificado en 1557 y aunque su estructura esta parcialmente destruida, su campanario ofrece una de las mejores vistas del pueblo; y también la “Posada El Castillo”, la cual fuera hogar del señor James, y que ahora funge como museo-hotel.


Aquí visitaremos el popular y peculiar sitio, convertido ahora en museo: el Jardín Escultórico de Edward James.



La visita a este lugar ha cambiado a través del tiempo. El costo de acceso era menor, pero estaba mal administrado. También, cada vez es mayor el deterioro de las esculturas de cemento. Incluso, debido a la contingencia, la venta de entradas es únicamente a través de página web, directamente en la taquilla del Museo Leonora Carrington, o en el quiosco de la plaza principal de Xilitla; además, por razones de conservación y calidad de la visita, el número de entradas diarias es limitado, se realiza únicamente con guías autorizados en grupos de 25 personas y el recorrido tiene una duración de una hora y media.

Antes la estancia en general era libre, podías "trepar" las esculturas y bañarte en las pozas, lo cual es entendible que ahora no sea posible.



Este sitio es místico. Imagina el lugar en aquella época, para así entender el motivo e importancia de este sitio.


Allá por los años 50, el poeta y escultor británico Edward James, después de viajar por todo el mundo y recorrer varias regiones de nuestro país, hasta toparse con la increíble belleza exótica del cafetalero pueblo mágico de Xilitla, se bañaba en el agua de Las Pozas, cuando -según cuentan-, al salir del agua, decenas de mariposas de diversos colores, se posaron a beber de su cuerpo, y él tomó esa escena como la señal que pedía para establecer su edificación.



El sitio cuenta con 40 hectáreas de territorio en total, de las cuales, 16 hectáreas están constituidas con 36 esculturas de concreto que tuvieron un costo aproximado de 5 millones de dólares.


Este no era el hogar fijo del señor James, sino que vacacionaba o estaba aquí por periodos indeterminados. Tenía especies animales muy exóticas, había jaulas para su conservación, además, de sus preciadas orquídeas, que perdió alguna vez cuando cayó una helada en el pueblo por el año de 1962; por lo que también, entre sus esculturas, hay representaciones de flores y plantas.



El millonario y excéntrico señor, se paseaba por su “jardín del Edén”, llevando túnica blanca y una larga barba ya de ese color. Otras veces lo hacía desnudo. Mandó poner también una costosa iluminaria. Tenía trabajadores domésticos, cuidadores para sus animales y personas dedicadas a la construcción de esas esculturas que, mediante bocetos creados desde su imaginación, mandaba realizar e instalar en su preciado jardín.


Entre los habitantes del pueblo era conocido como el “gringo loco”, y no se permitía la entrada a ninguna persona. El señor Edward quería morir en este sitio y, que con el paso del tiempo, las construcciones se vinieran abajo, pues, ese era el motivo por el cual las construcciones no eran resistentes y estaban hechas a base de cemento, para que, como él decía, la naturaleza se encargara de reclamar su territorio.



Que curioso, ¿no?, darnos cuenta que ahora, cientos de personas de todo el mundo viajan diariamente para poder visitar su creación, maravillándose con la misma.


Dar una caminata por todo el territorio es todo un viaje. Hay pasadizos, escaleras que se elevan a la nada, ventanas que de vista tienen una pared (¿?), columnas que tienen la base arriba, o sea, que tienen su forma al revés; bambús, orquídeas, puertas… y todos ellos, cada vez más abrazados por la vegetación.



Para continuar con el tour al poblado de Aquismón, al oriente del estado, rumbo a una de las 13 maravillas naturales de México, el Sótano de las Golondrinas, declarado área natural protegida desde el 2001.


Este lugar fue formado por la erosión del agua durante millones de años en el suelo calizo. Su abertura tiene un diámetro aproximado de 60 metros, con unos 512 metros de profundidad y con un diámetro en el fondo de casi 300 metros. Es el sexto abismo subterráneo más profundo del mundo. Este lugar no resguarda golondrinas; en realidad, entre las especies que puedes encontrar hay loros, cotorras de cueva, murciélagos y vencejos de cuello blanco, que son las que confunden con golondrinas de las cuales toma de ahí su nombre.



Puedes visitarlo en el amanecer y apreciar la salida de aves o, como nosotros lo haremos, arribar al atardecer y contemplar esa especie de ritual que las aves realizan para acceder a la majestuosa cueva. Es cautivante ver la forma y más que nada la velocidad con la que los vencejos entran al “sótano”.


Hay dos puntos de la abertura en donde encuentras personas que por una propina voluntaria y no obligatoria te amarran a una soga, por seguridad, para que puedas acercarte al la orilla del del abismo y observar hacia su interior, que como se mencionó, es muy profundo y la visibilidad no te deja ir muy allá.




  • Día 3: Cascada de Tamul y Cueva del Agua.


Dirigiéndonos nuevamente al municipio de Aquismón, iremos en busca de la cascada más alta, impresionante y representativa de San Luis Potosí. Cuenta con hasta 300 metros de profundidad, 105 metros de altura y se alimenta de las aguas del Río Gallinas.


La Cascada de Tamul, además de su altura, otra característica fascinante es la tonalidad de sus aguas, con un azul turquesa bellísimo.



Y aunque hay diversas formas y ángulos en que puedes apreciarla, como llegar por arriba o por la parte contraria a como nosotros lo hacemos, lo más comercial y recomendable, pues, es para personas de cualquier edad, es llegar remando por el Río Tampaón en las típicas “pangas”, que son unas lanchas de madera largas para 20-25 personas.


El transporte no llegará hasta el “estacionamiento oficial” de las pangas, por lo que tendrás que caminar unos metros hasta él. Se te proporciona chaleco salvavidas y un remo para que todos juntos cooperen en mover la lancha.



Las vistas son grandiosas y el paseo se vuelve mucho más divertido cuando te topas con otra panga por el costado, ya sea rebasándote o topándolas en su regreso, pues, comienzan las “guerras” de agua, que con los mismos remos arrojas. Es por este motivo que te recomendamos no lleves pertenencias en el trayecto, ni siquiera una toalla, pues el contacto con el agua será constante. Basta con llevar tu celular en una funda protectora del agua, y ahí mismo cargar algún billete.


Dependiendo de la velocidad con la que avances, harás un aproximado de 30 minutos en llegar a toparte de frente con tan sonora y bella caída de agua. Te acercarán para que puedas trepar a la famosa piedra donde todos se han tomado su foto, con la cascada de fondo. En ella y otras de alrededor, puedes hacer saltos de altura.


Lo bueno de hacer esta actividad temprano es que no te presionan con más gente llegando al mismo tiempo que tú a ese mismo punto, y también el que el sol no será tan agresivo con tu piel.


Ya de regreso, en cierto punto, el mismo en que de ida, te hacen bajar de la panga y caminar varios metros pues hay un poco más de fuerza en la corriente, está la opción de lanzarse al agua para que esta misma corriente te ayude a avanzar por el río, rumbo a la Cueva del Agua, un cenote huasteco de agua color azul marino, que cuenta con unos 15 metros de diámetro y 25 metros de profundidad. A las afueras se estacionan las pangas para que bajes y te adentres a este bello lugar.



El área está muy bien acondicionada con escaleras, pasamanos y hasta un pequeño puente colgante, justo al pie de la entrada a la formación cavernosa. Ojalá no te moleste el agua de temperatura fría. Y es que así es en todos los destinos, pero esta temperatura es el mejor antídoto al calor y humedad que predomina la zona huasteca. Amerita nadar por largos ratos, observando las formaciones rocosas y los murciélagos que habitan entre ellas.


Y así cerramos un fin de semana aventurero e increíble.


Si tú aún no conoces la Huasteca Potosina, no pierdas más tiempo y déjate cautivar por nuestro México; y si ya lo conoces, no dudes en volver y seguir explorando, pues San Luis Potosí tiene mucho más por ofrecer.



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