Antiguamente conocido como Xinantécatl (“hombre o señor desnudo” en náhuatl) hoy llamado el Nevado de Toluca es un volcán que a pesar de lo que se pudiera pensar, tras más de un siglo de adormilamiento volcánico, presenta actividad sísmica y está enlistado dentro de los volcanes activos del país.
Se localiza en los municipios de Tenango del Valle, Zinacantepec, Calimaya y Villa de Guerrero en el Estado de México.
El 25 de enero de 1936 fue decretado Parque Nacional, por el expresidente Lázaro Cárdenas del Río, pero debido a su ecosistema y riqueza cultural, el 1 de octubre del 2013 cambió su categoría como Área de Protección de Flora y Fauna, abriendo la posibilidad de que las comunidades participen en proyectos de aprovechamiento sustentable.
Forma parte del Eje Neovolcánico a una altura de 3,000 a 4,600 m.s.n.m. y es la cuarta montaña más alta del país.
Esta zona tiene una superficie de más de 53,000 hectáreas, cubiertas en un 70% por bosques. Además de matorrales, en primavera es posible contemplar rosas de las nieves (también conocidas como rosas de la montaña), una flor de raíces carnosas que crece en los bosques de gran altura en nuestro país. Soporta temperaturas bajo cero y vientos de hasta 60 kilómetros por hora. De acuerdo con la Comisión Nacional Forestal "es una de las 627 especies de flora que habitan en el Nevado de Toluca, de las cuales, 52 se consideran endémicas y 9 están listadas bajo alguna categoría de riesgo.
Cuando no hay nieve cubriendo el volcán, dominan las tonalidades ocres de los pastizales y los matorrales. Cuando hay lluvias, en los alrededores del nevado el campo reverdece.
Esta área protegida es hogar de halcones de cola roja, charas copetonas, linces y coyotes entre otras especies.
En las faldas del volcán se encuentra el Santuario Piedra Herrada, donde año con año llegan las mariposas Monarca.
La reapertura al turismo de este imponente relieve, nos invita conocerlo, ya que visitar el Nevado de Toluca en invierno es un espectáculo asombroso, sobre todo en época de frío, pues principalmente en los meses de diciembre y enero, es cuando la nieve llega a cubrir por completo el volcán, en cuyo cráter descansan dos lagunas de aguas gélidas y cristalinas: la Laguna del Sol, con 400 m de largo, 200 m de ancho y 12 m de profundidad; y la Laguna de La Luna, que mide 75 m de ancho por 200 m de largo; mismas que, cuando sale el sol, llegan a verse de color verde esmeralda.
De repente, por cuestiones climáticas adversas, cierran el acceso para evitar percances.
Estas lagunas guardaron por cientos de años los secretos de una civilización antigua. En pleno siglo XX, tras varias exploraciones subacuáticas, se descubrieron en el fondo lacustre importantes asentamientos prehispánicos. Se ha comprobado que el volcán era considerado una montaña sagrada durante esa época. Convertida en centro ceremonial, los antepasados depositaron ofrendas dedicadas a Tláloc. Fue un grupo de expertos del INAH quienes devolvieron 52 restos arqueológicos encontrados en la Laguna de la Luna.
La "arqueología en alta montaña" es una disciplina reciente que consiste en estudiar los adoratorios en alturas que sobrepasan la posibilidad biológica de la supervivencia humana.
Qué interesante descubrir cómo nuestros antepasados superaron las fronteras naturales y alcanzaron cumbres altísimas sin las técnicas de alpinismo moderno.
Como lo hemos venido mencionando, debido a los factores climáticos y de altura, se deben prevenir las siguientes recomendaciones para conquistar el Nevado de Toluca:
Es importante tener regular condición física ya que se caminarán algunos kilómetros a gran altura. No se recomienda este recorrido para mujeres embarazadas, personas hipertensas, diabéticas, con problemas del corazón o pulmonares, con alguna discapacidad física o motriz, enfermedades del hígado, o con alguna lesión en huesos y articulaciones.
Es imprescindible llevar ropa adecuada a los climas que encontraremos. Se recomiendan chamarra impermeable, suéter o sudadera extra, (recuerda que se alcanzan temperaturas bajo cero) No llevar mezclilla, sino pantalones largos tipo pants rompe vientos, ropa térmica, bufanda, gorra y guantes. Lo ideal sería llevar 3 capas de ropa; checa el siguiente enlace: https://almaoutdoor.com/vestir-montana-teoria-3-capas/
Utilizar calzado adecuado para montaña, preferentemente resistente al agua y con muy buena suela ya que el terreno es resbaladizo.
El sol se reflejará en la nieve por lo que es importante proteger tus ojos y piel en los cambios de clima, aun cuando esté nublado, por lo que debes usa protector solar y lentes para el sol.
Llevar mochila para cargar tus pertenencias y un kit de hidratación y snacks energizantes, como semillas, frutos secos, barras de cereal, dulces y chocolates. Pero también debes evitar cargar con mucho peso y llevar solo lo indispensable.
Caminar únicamente por los senderos marcados y evitar separarse del grupo.
No ingerir bebidas alcohólicas ni fumar 3 días previos al ascenso. También es importante dormir bien.
Y por último pero sumamente necesario recalcar es que hay que respetar las normas de conservación de esta área protegida, como el no contaminar, no extraer nada de flora o fauna, no tocar el agua de las lagunas, no llevar drones o equipos de sonido, etc.
La aventura comienza a la llegada al Parque de los Venados. Es la única entrada autorizada hacia el volcán. Aquí, se venden alimentos, bebidas, antojitos y algunas artesanías y souvenirs.
El pago de derechos, estipulado por la Conanp y Semarnat es de 50 pesos por persona. El acceso es de martes a domingo. Cierra los lunes.
La entrada al Parque de los Venados es desde las 7:00 am, mientras que el acceso al cráter es desde las 8:00 am hasta las 3:00 pm. También hay un número límite de visitantes en el cráter, esto de acuerdo a las disposiciones de las autoridades locales y al semáforo epidemiológico, por lo que es importante llegar temprano.
Para acceder hacia el cráter del Nevado de Toluca, es ya obligatorio pagar el servicio y usar las camionetas pick up que ponen a disposición los ejidatarios, éstas nos llevarán, después de un traslado de alrededor de 30 minutos, hasta la caseta donde podremos comenzar nuestra caminata, de alrededor de 2 kilómetros para llegar al mejor mirador.
Los gastos por estos conceptos están incluidos en el precio de nuestro tour.
Al llegar al momento de iniciar nuestra caminata es importante hacerlo a paso lento, con la frente en alto, regulando la respiración, para que esto ayude a la regulación de nuestra presión arterial. Así se podrá a evitar sufrir el conocido mal de montaña .
Sube conforme tu cuerpo te lo permita, da espacios para que éste se aclimate a la altura. Si te sientes en condiciones, podrás explorar el terreno y acercarte a las lagunas sin problemas.
¡Ojo! para alcanzar la cima no es una escalada demasiado complicada pero sí se requiere llevar equipo de protección, sobre todo si eres inexperto, por lo que se llega únicamente con permisos, equipo y guías especializados.
Los puntos más altos se ubican en dos picos: El Pico del Fraile, a 4,680 m de altura sobre el nivel del mar; y el Pico del Águila, de 4,640 m. En ellos puedes apreciar otras importantes y altas montañas en la lejanía.
Será toda una experiencia y aventura inolvidable. A poco más de un par de horas del volcán, conoceremos el Pueblo Mágico de Valle de Bravo, distintivo otorgado así desde el año 2005.
Su nombre original era Pameje, de origen mazahua, el cual cambió durante los primeros años de la Colonia, cuando recibió el título de San Francisco del Valle de Temascaltepec; años después, durante la segunda mitad del siglo XIX, adoptó el sencillo nombre con que ahora lo conocemos, en honor al general Nicolás Bravo.
Su clima es templado todo el año y está rodeado de hermosos paisajes boscosos que en sus cercanías también son el refugio invernal de la mariposa monarca.
Valle de Bravo obtuvo fama internacional debido a que en los poblados aledaños se realizaron el evento automovilístico Circuito Avándaro, en 1960, y el concierto masivo Festival de Rock y Ruedas Avándaro, en 1971.
Existen diversas actividades que se pueden realizar en el pueblo y sus alrededores; por ejemplo, practicar deportes extremos como bici de montaña, vuelos en ala delta y parapente, escalada y rappel; deportes acuáticos como kayak, velero, water ski , stand up paddle, flyboard, o paseos en lanchas y yates; realizar cabalgata por los alrededores boscosos, senderismo en escenarios naturales, y por supuesto, visitar los diferentes atractivos turísticos:
El lago de Valle de Bravo, con una superficie de 21.1 km2 y una profundidad de 40 m. Incluso existen en él 2 restaurantes flotantes.
Templo de Santa María Ahuacatlán, donde se encuentra una imagen de un Cristo Negro que es considerado milagroso.
Iglesia de San Francisco de Asís, junto a la Plaza Independencia. Y que es justamente la iglesia cercana a lo que será nuestro hospedaje.
Cerro de La Peña, con un mirador que tiene una bella panorámica del lago de Valle de Bravo.
Parque El Pino, con un ahuehuete de más de 600 años.
Parque Monte Alto, con 20 kilómetros de senderos recreativos.
Cascada Velo de Novia, en Avándaro, con más de 35 m de altura.
Museo Arqueológico, con una sala que reúne piezas originales de las 18 zonas arqueológicas de la región.
Mercado de Artesanías, que refleja el encanto de Valle de Bravo y la magia en manos de su gente.
En la gastronomía local podemos disfrutar de platillos como la rica "trucha arcoíris", preparada al horno, en el comal o al vapor; las alcachofas; mole con gallina o guajolote; sabrosa barbacoa; consomé de borrego. Variedad de tamales con sabores como los de frijol, charal, capulín y ceniza; y por supuesto unos buenos esquites. Para beber, nada mejor que un sabroso atole de frutas, el pulque, la sambumbia, el zende y los licores de frutas, como los de guayaba, zarzamora y membrillo.
Para los amantes de los dulces y postres, Valle de Bravo tiene delicias como los ates, las nieves de frutas, o unos ricos churros con los más variados rellenos.
La alfarería tradicional y autentica es la elaboración en barro café, el cual es extraído de las minas del Calvario y Barranca Seca; ha sido desarrollada principalmente por los pobladores del Barrio de Otumba y aunque actualmente está viéndose afectada por la dificultad de obtener el material para su elaboración, varias familias continúan conservando esta tradición.
Entre las festividades existe el Festival Vallesano, que se lleva acabo en marzo; la Feria de Santa María, celebrada cada 3 de mayo, y la Fiesta de San Francisco de Asís, que se lleva a cabo el 4 de octubre en honor al patrono de Valle de Bravo.
Oytro imperdible es tomar un recorrido en Tranvía con el que se visualiza el Muelle Municipal, Capitanía de Puerto, Casa Regional de Cultura, Plaza Valle, Museo Arqueológico, Iglesia del Cristo Negro de Santa María, Casa de Retiro San José, La Cruz, Cascada Rio de Molino, Festival Rock y Ruedas y la hermosa Cascada Velo de Novia.
Acompáñanos a esta aventura y descubre tu próxima #postalmexicana
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